San Martín, Rosas y Perón —cada uno en el contexto histórico en que les tocó actuar— representan las tres banderas que el peronismo primigenio sintetizaría en la fórmula “justicia social, independencia económica y soberanía política”. Este libro se propone refrendar la veracidad de esa síntesis, pero también discutir ciertas tendencias historiográficas que leen en esa trilogía, más que una línea político-histórica, una operación restringida a los usos del pasado.
La idea de una patria justa, libre y soberana representa un modelo de nación que San Martín, Rosas y Perón llevaron a la práctica, más allá de las épocas, las formas y sus bemoles. Y que en la actualidad se enfrenta al que, del otro lado de la llamada grieta, encarna un modelo neoliberal que apuesta a la alquimia inversa: la injusticia social, la dependencia económica y el dominio político de naciones poderosas y corporaciones trasnacionales.
La intención de estas páginas no es agotar la discusión sino sumar otro punto de vista. Apenas un capítulo más en la larga búsqueda de ese “ser nacional” inclusivo, latinoamericano, nutrido de alteridades y diferencias, y que tiene un pasado en el que reconocerse. Un ser colectivo que se puede resumir en aquella frase de Chacho Peñaloza: “Naides más que naides”.
San Martín, Rosas y Perón —cada uno en el contexto histórico en que les tocó actuar— representan las tres banderas que el peronismo primigenio sintetizaría en la fórmula “justicia social, independencia económica y soberanía política”. Este libro se propone refrendar la veracidad de esa síntesis, pero también discutir ciertas tendencias historiográficas que leen en esa trilogía, más que una línea político-histórica, una operación restringida a los usos del pasado.
La idea de una patria justa, libre y soberana representa un modelo de nación que San Martín, Rosas y Perón llevaron a la práctica, más allá de las épocas, las formas y sus bemoles. Y que en la actualidad se enfrenta al que, del otro lado de la llamada grieta, encarna un modelo neoliberal que apuesta a la alquimia inversa: la injusticia social, la dependencia económica y el dominio político de naciones poderosas y corporaciones trasnacionales.
La intención de estas páginas no es agotar la discusión sino sumar otro punto de vista. Apenas un capítulo más en la larga búsqueda de ese “ser nacional” inclusivo, latinoamericano, nutrido de alteridades y diferencias, y que tiene un pasado en el que reconocerse. Un ser colectivo que se puede resumir en aquella frase de Chacho Peñaloza: “Naides más que naides”.