Este es un libro fundamental, imprescindible. Se trata de un testimonio personal, abierto, sincero, directo, de uno de los grandes protagonistas de la política mundial contemporánea. Lula transita aquí por el laberinto de una historia que los poderosos pretenden callar. Lo hace con una narrativa vibrante, conmovedora, reveladora. Cuenta cosas que no sabemos y que nos permiten entender mejor cómo ha sido posible llegar hasta aquí. Cuenta cosas que sabemos, pero su relato permite dimensionarlas, articularlas, dotarlas de sentido en una historia que recién empieza a explicarse, resistiendo a no volverse rehén de los que siempre cuentan la historia desde el punto de vista de los cazadores y nunca de los leones.
Aquí, Lula cuenta su verdad. Le cuenta al pueblo, o sea, al mundo. Nos explica por qué lo han condenado y por qué aspiran a humillarlo. Nos revela que por detrás de todo esto no hay otra cosa que una pedagogía del escarmiento político. Aquí, Lula cuenta lo que está en juego, porque sabe lo que está en juego. Y lo que podemos perder si nos derrotan los que pretenden sepultar la verdad.
En el Brasil de la democracia siempre inestable, hubo una excepción que duró 14 años. Una primavera que hizo estallar las esperanzas y las alegrías de un pueblo acostumbrado a masticar miseria. Fueron los gobiernos de Lula y Dilma. Los dueños del poder no perdonan la osadía.
Por eso, Lula y Dilma no fueron víctimas de sus fracasos, sino de su propio éxito. Y es contra esos éxitos que la derecha despliega sus armas más poderosas: la mentira, el escarnio, la condena sin causa, la humillación y la injuria política, el ataque a la familia, la invasión del afecto, la colonización de la dignidad. Un golpe, este golpe, como todos los golpes, no busca solo instituir el viejo orden de privilegios amenazados. Un golpe siempre busca exterminar al que expone como su enemigo. Aspira a silenciarlo, a deshonrarlo, a destituirlo de su historia, esto es, a silenciar su verdad.
Este libro es un grito de dignidad, y siendo un grito de dignidad en tiempos sombríos y adversos, es un grito de esperanza.
Pablo Gentili, Nicolás Trotta, Víctor Santa María