Todos están en contra del Nobel de Literatura: el que no lo critica abiertamente, se enorgullece de no prestarle atención. Con más de cien años de historia, sin embargo, su influencia sigue siendo enorme: el ganador es traducido, reeditado, comentado… y hasta leído.
La furtiva dinamita –como bautizó Jorge Luis Borges al premio, clausurando sus posibilidades de ganarlo- se despega tanto de la reverencia como de la crítica fácil. Y responde todo lo que usted no sabe sobre el premio aunque muchas veces se animó a preguntar: ¿Por qué el autor de El Aleph decidió no ganarlo? ¿Por qué lo rechazó Jean-Paul Sartre? ¿Y por qué se lo negaron a maestros como Tolstoi, Proust, Joyce, Kafka, Pessoa o Lorca, por nombrar solo un puñado? ¿Qué países y géneros literarios son los que corren con ventaja? ¿Por qué lo obtienen muchos escritores desconocidos y no los famosos? ¿Las mujeres fueron discriminadas? ¿Por qué motivo se lo dieron a historiadores, filósofos e incluso a políticos? ¿Por qué es candidato Bob Dylan? ¿Cuál fue el escritor argentino que más cerca estuvo del Nobel?
Juan Pablo Bertazza remata su enorme investigación con la opinión de un grupo de autores argentinos escritas exclusivamente para la ocasión; las entrevistas que él mismo le hiciera a los Premios Nobel Jean-Marie Gustave Le Clézio y Orhan Pamuk; y la historia del episodio cero del Premio: la compleja vida de Alfred Nobel, un químico brillante y oscuro escritor que, hacia el final de su vida, entre la culpa y el último intento de seducir a una mujer, al revés que Walter White, se va volviendo “bueno”.
Libro periodístico a la vez que ensayo de opinión, La furtiva dinamita viene a dejar constancia de que el Nobel, más que un premio literario, es pura literatura.