Víctor Hugo Morales es, qué duda cabe, un referente ineludible para la cultura popular argentina. Catapultado al reconocimiento masivo por sus exquisitos comentarios futbolísticos ¿quién no recuerda como la melodía que acompaña los versos de una canción popular su relato del segundo gol de Maradona, barrilete cósmico, a los ingleses en 1986?, desarrolló una carrera que lo convirtió en periodista integral, conduciendo uno de los programas más escuchados de la mañana radial argentina durante décadas, pero también de importantes ciclos deportivos y artísticos. Su voluntad de convertirse en una voz del pueblo y la firmeza con la que ha sabido sostener sus convicciones lo volvieron una figura incómoda para el mundo de los medios y la política. Los grandes grupos mediáticos quisieron cooptarlo, pero no lo lograron. Entonces optaron por censurarlo o devaluar su palabra, tergiversándola o, sencillamente, inventando versiones. En la era de la posverdad, Textualidades. La defensa de los sueños de siempre es un ejercicio periodístico formidable, que destierra todas estas operaciones apelando a la mejor evidencia que un periodista puede exhibir: su propio archivo. Víctor Hugo organiza temáticamente y presenta opiniones que vertió a lo largo de cuarenta años sobre cuestiones como la concentración mediática, los negocios con el fútbol y el avance del neoliberalismo sobre América latina. Al mismo tiempo, desmiente acusaciones con las que se buscó desacreditarlo, como su rol durante la dictadura uruguaya o las razones detrás de su apoyo a los gobiernos populares en América Latina. Una contundente muestra de coherencia y honestidad intelectual.
Si me pudiera permitir sugerirle algo a usted, lector, es que no se lo pierda. No son solamente textualidades. Es la vida que fluyó (y aún fluye), mostrando cómo el poder parece que todo lo puede. Pero no es así. Si puede, no se lo pierda. Le servirá para entender un poco más lo que pasó y pasa en nuestro país.