Una actriz trans –que no podría ser “madre ni estando mal de la cabeza”- adopta un niño de seis años junto a su marido, un abogado homosexual. Ese niño seropositivo –que no conoció a su padre biológico y cuya madre se suicidó cuando descubrió que lo contagió de Sida- fue criado por los abuelos maternos, hasta que el abuelo mató a su esposa y luego se suicidó. Tesis sobre una domesticación, novela de Camila Sosa Villada que integra la colección Biblioteca Soy de Página/12, desnuda la fragilidad de los vínculos y los acuerdos “invisibles”, no exentos de violencia, que se tejen en torno al matrimonio y las parejas. La escritora y actriz cordobesa despliega interrogantes sobre la maternidad, la paternidad y la orfandad con una curiosidad ilimitada por intentar dar cuenta del abismo entre los deseos y las experiencias, entre lo imaginado o soñado y lo que sucede en la trastienda familiar. La aparente felicidad inicial de “la vida resuelta” estalla. “Las piernas, el corazón, su travestismo, su familia, todo le pesa entonces como nunca le había pesado. Y ser huérfana también”, advierte la narradora.