La autora escribió este libro con la esperanza de contribuir a la tarea de reconquista nacional en que nos hallamos millones de argentinos, en la hora crucial que atraviesa nuestro país y las Naciones hermanas por el ser o no ser de nuestras Patrias y de la definitiva consolidación de la casa común que Evita nominó como “Continente de la Esperanza”.
Con fe en que las páginas que siguen se vean justificadas, comprendidas y asimiladas por quienes recogerán la antorcha de una mujer que condensa, en sí
misma, el denodado esfuerzo de la revolución justicialista por realizar la simiente
evangélica en los principios de una comunidad más amorosa y humana.
Porque Eva Perón es fuente de valores espirituales para los argentinos y para todos los pueblos del mundo que buscan redención. Su sensibilidad por la justicia
social, su entrega sin límite a los humildes, capaces de poseer la verdadera dignidad y la verdadera solidaridad, y su unidad indisoluble con el General Perón,
hacen a una mujer extraordinaria que contribuyó como nadie al renacer de la fe
cristiana de nuestro pueblo y de todas las Naciones que recibieron su mensaje y
la colaboración de la Argentina que, en el contexto de un Occidente que era un
cementerio humano y espiritual, mostró un camino civilizacional alternativo en
la comunidad organizada edificada en los valores del amor y la solidaridad entre
los hombres.
Un libro fundamental para comprender la verdadera dimensión de una mujer
excepcional que sabiendo que el camino emprendido la llevaba a la Cruz, no
renegó de Dios, ni de su Fe en él. Continuó estoica sin renunciar a su obra, con
generosidad y abnegación por los postergados de su país hasta el último respiro,
manteniendo sus principios y su causa: Dios y su Pueblo.