Muchas veces sentí ganas de sentarme a escribir historias de composiciones y grabaciones. Contar
un poco la cocina de la cosa. ¿Por qué uno ha escrito tal o cual canción? ¿Qué motivó su letra?
¿Cuáles fueron los instrumentos que se usaron en la grabación? Tantas veces uno escribe a partir
de una vivencia personal en algún tema determinado, y luego centenares o miles de personas se
reflejan en esa canción. Muchos te dicen “Es como si lo escribieras para mí”. Es esa maravillosa
posibilidad que tiene la Canción, que a veces es casi un milagro. Poder conectar sensiblemente con
gente que no conocés personalmente. Y en solo tres minutos, lo que dura una canción.
Mi deseo de contar estas experiencias siempre fue un poco más ambicioso que narrar la mera
anécdota sobre el origen de un tema. Pensaba ir un poco más allá, recordando por ejemplo
detalles de la grabación de un álbum. Sabiendo, además, que a través del tiempo la tecnología fue
mudando, evolucionando, y uno también. Como también evoluciona la gente que gusta de la
música que uno escribe.
Estas conversaciones buscan en cierta forma desandar un poco ese camino recorrido de las
canciones y sus grabaciones. Era imposible realizar un trabajo de esta naturaleza sin tener alguien
para dialogar, para compartir. Pablo S. Alonso ha sido un excelente compañero de ruta en esta
aventura.
Litto Nebbia