“Este libro es tener el premio de vivir dos mundiales. El que viví yo y el que me hace vivir
Panno. A veces contar que estuviste en un Mundial puede ser solo una expresión de vanidad.
Contarlo como lo hace Panno es un acto de generosidad “, dice Pedro Saborido en el prólogo. Da
en el clavo con la idea que dio origen al libro: revivirlo todo en una permanente conexión entre el
lugar de los hechos (Qatar) y el punto en el que se encontraba en aquellos días el lector que ahora
tiene entre sus manos este libro. Un permanente ida y vuelta de los vertiginosos sentimientos que
nos envolvieron en aquellos días.
Una de las virtudes de esta obra es que en ella, ensamblados armoniosamente, fluyen
microcuentos, poemas, apuntes, reflexiones, aguafuertes, relatos de viajes, anécdotas, aventuras,
análisis futbolísticos y, por sobre todo, intimidades. Esta especie de crónica de una gloria
anunciada ofrece la garantía de un disfrute asegurado.