No somos fábricas de bebés comenzó a pensarse después de que el Senado de la Nación votara contra la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Pero no se trata de una reacción a ese desencanto sino de la ampliación del debate con el aporte de datos, discusiones, voces y puntos de vista que no encontraron un espacio central en los días en que las polémicas urgentes y el “vida o muerte” capitalizaron el tono. Cada una de sus páginas ha sido pensada con la convicción de que aunque la ley se hubiera aprobado queda mucho por decir sobre el aborto, el feminismo y el colectivo mujeres/trans.
Este libro no se postula como respuesta a la ausencia de argumentaciones de los antiderechos: sus autoras son periodistas que cuentan lo que vieron, lo que escucharon, lo que leyeron entre líneas. Reconociendo además que el tema es mucho más amplio que lo que se pretende transmitir con la trampa del “en contra o a favor” con la que últimamente se están planteando los debates. Esta discusión tiene otro marco: la lucha y el trabajo por un mundo más vivible para las vidas que lo habitan y lo habitarán.