Durante su infancia en Nigeria, Ada siente que hay algo en ella que la hace diferente, distinta a los demás, ni siquiera sus padres consiguen descifrarla del todo. Su mudanza a Estados Unidos y la repentina pérdida de sus raices no hace más que profundizar esa sensación. ¿Cómo se sobrevive en un cuerpo habitado por dioses? ¿Cómo se construye una identidad mientras se lidia con tormentos mentales y metafísicos? Esas son las preguntas que recorren este libro oscuro y conmovedor.