Walter Lezcano es un escritor del Bien. La Fuerza lo acompaña y lo acompañará siempre. Basta con comprender que escribe sobre mundos donde “los puentes estaban quebrados antes de empezar a querernos” para saber que su escritura todavía cree en reparar esos puentes y en que es posible querer a un otro. Lucha contra molinos de viento, Walter, porque sabe que todos hacen “su aporte cotidiano para que todo se vaya un poquito más al carajo”. Pero también sabe que el arte lo puede salvar. A él y a todos. Y ese es el viaje que cuenta en este libro. Walter viaja en carne viva desde el pasado hacia el futuro, llega al tembladeral que conocemos como conurbano profundo, y se convierte en profesor de literatura en escuelas medias y en escritor de su propia e impiadosa aventura progresista. Recorre las zonas dinamitadas de los barrios que recorrieron Arlt, Borges y Piglia. Los mismos. El mapa de la gran literatura Argentina se ve como un despropósito para él, pero no lo es, no queremos que lo sea.