En este libro, Didier Fassin se propone comprender el momento punitivo. Para eso parte de una triple interrogación al fundamento del castigo: ¿Qué es castigar? ¿Por qué se castiga? ¿A quién se castiga? A través de estas preguntas sobre la definición, la justificación y la distribución del castigo, el autor entabla un diálogo crítico con la filosofía y con el derecho. A los enfoques normativos opone un recorrido genealógico y etnográfico. Cuando explora diferentes contextos históricos y nacionales, muestra que el crimen y el castigo no siempre, ni en todas partes, están asociados; que las infracciones a la ley no siempre han dado lugar a la imposición de una pena; que el castigo no deriva únicamente de lógicas racionales, sino también de un principio de placer; y que, finalmente, una mayor severidad de la justicia genera más inseguridad y más desigualdad.