Incluso en las escuelas ya no se sabe estimular de otra manera el pensamiento de los niños si no es invintandolos a tomar partido a favor o en contra de ago. Se cita la frasse de un gran autor y se les dice: "¿Están de acuerdo o no? Desarrollen sus argumentos". Los desgraciados, en el examen, deben terminar su exposición al cabo de tres horas, pero no pueden dedicar más de cinco minutos a preguntarse si está de acuerdo