Dentro de las manifestaciones artísticas en Latinoamérica, la poesía ocupa, sin dudas, un lugar privilegiado como medio de resistencia contra el arte hegemónico. Más allá de las mutaciones de nuestra contemporaneidad, el espíritu de la vanguardia permanece intacto en el latir poético.
Byung Chul Han señala que los rasgos que definen a nuestra sociedad son la obsesión por el rendimiento óptimo y una excesiva positividad. El resultado de este paradigma son individuos agotados —física y emocionalmente— cuyo afán de productividad los aleja cada vez más de sus deseos y auténticas necesidades. Irónicamente, en los tiempos de la hiperconectividad, el placebo predilecto del individuo posmoderno parece ser la alienación.
En medio de estas coordenadas hostiles, la poesía se erige como último bastión de aquellos sujetos que se niegan a pertenecer al engranaje social.
Fiel a su espíritu, este cuarto volumen de Apología vuelve a congregar a autores latinoamericanos, en una selección a cargo de los compiladores Nora Galia, Walter Lezcano y Verónica Boix. Con prólogo de Fabio Lacolla, dieciséis poetas nos comparten su palabra en las secciones de “Apología” y “Panorama”. El cierre del libro está a cargo de voces destacadas de la escena poética, como Fernando Bogado, Clara Arias, Joaquín Sánchez Mariño, Gustavo Yuste, Aníbal Hall y, una vez más, Walter Lezcano.
Así, este libro conforma un eco de voces disruptivas, cuyo canto modula una vuelta a lo humano. La naturaleza, el cuerpo con sus mutaciones, el amor con sus pérdidas, son líneas de fuga contra la indiferencia posmoderna. Quizá será por eso que la poesía siga conmoviendo, pugnando por hacer visible aquello que amenaza con desaparecer.