En estos versos hay historias que se van tejiendo entre unos y otros, y hay también frases tajantes, declaraciones de principios. Los poemas de Años de casa tienen la fuerza sensible con la que las palabras que permanecieron un tiempo largo sin ser dichas rompen la cáscara y salen afuera
¿Qué hay en esta casa? Hormigas que invaden, caracoles que invaden. Chicos que juegan con esos caracoles. El recuerdo de una abuela que fue velada en una habitación. Cajones llenos de objetos acumulados, muebles de madera lustrada. Pero sobre todo hay alguien, una mujer joven que habita. Una voz sensible que aparece y desaparece de los poemas, que se hace más o menos visible según sea necesario, que a veces recuerda y reflexiona y otras simplemente describe, imprimiendo la mirada particular que necesita la poesía para ser conmovedora.